At what point does a Shakespeare say
I feel it's time I write a play
What subject shall it be today
A tragedy I've done
Lovers twain have been united
Audiences are delighted
No doubt I shall soon be knighted
Royal fame I've won
The Queen has come to every show
And, flattering, she feigns to know
A couplet from a verse, also
A refrain from a rhyme
But the ones I aim to pleaseth
Most of all upon my kneeseth
Are the folk who cough and sneezeth
Through my prose sublime
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Emilie Autumn, At What Point Does Shakespeare Say (poem)
domingo, 8 de noviembre de 2009
Goethe, Die Leiden Des Jungen Werther (1774)
(…) Muchas veces se ha dicho que la vida es un sueño, y no puedo desechar de mí esta idea. Cuando considero los estrechos límites en que están encerradas las facultades activas e investigadoras del hombre; cuando veo que la meta de nuestros esfuerzos estriba en satisfacer nuestras necesidades, las cuales, a su vez, sólo tienden a prolongar una existencia efímera; que toda nuestra tranquilidad sobre ciertos puntos de nuestras investigaciones no es otra cosa que una resignación meditabunda, y que nos entretenemos en bosquejar deslumbradoras perspectivas y figuras abrigadas en los muros que nos aprisionan (…)
De nuevo Goethe. Algún día tendré en mis manos esta bella obra en alemán....
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Göthe, Faust (Fausto)
Una estancia gótica, estrecha y de elevada bóveda. FAUSTO, inquieto, sentado en un sillón delante de un pupitre.
FAUSTO
Con ardiente afán ¡hay! estudié a fondo la filosofía, jurisprudencia, medicina y también, por mi mal, la teología; y héme aquí ahora, pobre loco, tan sabio como antes. Me titulan maestro, me titulan hasta doctor y cerca de diez años ha llevo de los cabezones a mis discípulos, de acá para allá, a diestro y siniestro.... y veo que nada podemos saber. Esto llega casi a consumirme el corazón. Verdad es que soy más entendido que todos esos estultos, doctores, maestros, escritorzuelos y clérigos de misa y olla; no me atormentan escrúpulos ni dudas, no temo al infierno ni al diablo.... pero, a trueque de eso, me ha sido arrebatada toda clase de goces. No me figuro saber cosa alguna razonable, ni tampoco imagino poder enseñar algo capaz de mejorar y convertir a los hombres. Por otra parte, carezco de bienes y caudal, lo mismo que de honores y grandezas mundanas, de suerte que ni un perro quisiera por más tiempo soportar semejante vida. Por está razón me dí a la magia, para ver si mediante la fuerza y la boca del Espíritu, me sería revelado más de un arcano, merced a lo cual no tengan en lo sucesivo necesidad alguna de explicar con fatigas y sudores lo que ignoro yo mismo, y pueda con ello conocer lo que en lo más íntimo mantiene unido el universo, contemplar toda fuerza activa y todo germen, no viéndome así precisado a hacer más tráfico de huecas palabras. ¡Oh luna, que brillas en toda tu plenitud!¡Ojalá vieras por vez postrera mi tormento! Tú, a quien tantas veces a la media noche esperaba yo velando junto a este pupitre; entonces, inclinado sobre papeles y libros, te me aparecías, triste amiga mía. ¡Ah! ¡Si a tu dulce claridad pudiera al menos vagar por las alturas montañosas o cernerme con los espíritus en derredor de las grutas del monte, moverme en las praderas a los rayos de tu pálida luz, y, libre de toda densa humareda del saber, bañarme sano en tu rocío! ¡Ay de mí! ¿Toda vía estoy metido en esa mazmorra? execrable y mohoso cuchitril, a través de cuyos pintados vidrios se quiebra mortecina la misma grata luz del cielo. Estrechado por esa balumba de libros roídos por la polilla, cubiertos de polvo, y alrededor de los cuales, llegando hasta lo alto de la elevada bóveda, se ven pegados rimeros de ahumados papeluchos; cercado por todas partes de aredomas y botes; atestado de aparatos e instrumentos; abarrotado de cachivaches, herencia de mis abuelos.... ¡He aquí tu mundo! ¡Y a éso se llama un mundo! ¿Y aún me preguntas por qué tu corazón se oprime ansioso en tu pecho, por qué un dolor indecible paraliza en ti todo moviendo vital? En lugar de la naturaleza viviente en cuyo seno creó Dios a los hombres, Sólo ves en torno suyo esqueletos de animales y osamentas de muertos, todo confundido entre el humo y la podredumbre.
¡Ea! ¡Fuera de aquí! ¡Huye al dilatado campo! ¿Acaso no es para ti suficiente salvaguardia este misterioso libro de la propia mano de Nostradamus? Entonces conocerá el curso de los astros, y si la Naturaleza te alecciona, entonces se te abrirá la potencia del alma, y te hablará como habla un espíritu a otro espíritu. En vano es que la árida meditación te descifre aquí los sagrados signos. ¡Vosotros, espíritus que flotáis junto a mí, respondedme, si oís mi acento! (Abre el libro y ve el signo del Macrocosmos). ¡Ah! ¡Qué deleite invade súbitamente todos mis sentidos a la vista de este signo! Siento circular por mis nervios y venas, otra vez enardecida, una nueva y santa dicha de vivir. ¿Fue un dios quien trazó estos signos que calman el hervor de mi pecho, llenan de gozo mi pobre corazón, y mediante un misterioso impulso descubren en torno mío las fuerzas de la Naturaleza?
¿Soy un dios? ¡todo se hace para mi tan claro! En estos simples rasgos veo expuesta ante mi alma la Naturaleza en plena actividad. ahora, por vez primera, comprenso lo que dice el sabio: “El mundo de los espíritus no está cerrado; tu sentido está obtuso, tu corazón está muerto. ¡Ánimo discípulo, baña sin descanso tu pecho terrenal en los rayos de la aurora!” (Contempla el signo).-
No me agrada la idea de poner un fragmento de Göthe en español, pero qué le vamos a hacer si nadie lo entiende en alemán.
Aún así me gusta el fragmento y me parece bien traducido.
martes, 27 de octubre de 2009
Tim Burton, Vincent
Vincent Malloy is seven years old
He’s always polite and does what he’s told
For a boy his age, he’s considerate and nice
But he wants to be just like Vincent Price
He doesn’t mind living with his sister, dog and cats
Though he’d rather share a home with spiders and bats
There he could reflect on the horrors he’s invented
And wander dark hallways, alone and tormented
Vincent is nice when his aunt comes to see him
But imagines dipping her in wax for his wax museum
He likes to experiment on his dog Abercrombie
In the hopes of creating a horrible zombie
So he and his horrible zombie dog
Could go searching for victims in the London fog
His thoughts, though, aren’t only of ghoulish crimes
He likes to paint and read to pass some of the times
While other kids read books like Go, Jane, Go!
Vincent’s favourite author is Edgar Allen Poe
One night, while reading a gruesome tale
He read a passage that made him turn pale
Such horrible news he could not survive
For his beautiful wife had been buried alive!
He dug out her grave to make sure she was dead
Unaware that her grave was his mother’s flower bed
His mother sent Vincent off to his room
He knew he’d been banished to the tower of doom
Where he was sentenced to spend the rest of his life
Alone with the portrait of his beautiful wife
While alone and insane encased in his tomb
Vincent’s mother burst suddenly into the room
She said: “If you want to, you can go out and play
It’s sunny outside, and a beautiful day”
Vincent tried to talk, but he just couldn’t speak
The years of isolation had made him quite weak
So he took out some paper and scrawled with a pen:
“I am possessed by this house, and can never leave it again”
His mother said: “You’re not possessed, and you’re not almost dead
These games that you play are all in your head
You’re not Vincent Price, you’re Vincent Malloy
You’re not tormented or insane, you’re just a young boy
You’re seven years old and you are my son
I want you to get outside and have some real fun.
”Her anger now spent, she walked out through the hall
And while Vincent backed slowly against the wall
The room started to swell, to shiver and creak
His horrid insanity had reached its peak
He saw Abercrombie, his zombie slave
And heard his wife call from beyond the grave
She spoke from her coffin and made ghoulish demands
While, through cracking walls, reached skeleton hands
Every horror in his life that had crept through his dreams
Swept his mad laughter to terrified screams!
To escape the madness, he reached for the door
But fell limp and lifeless down on the floor
His voice was soft and very slow
As he quoted The Raven from Edgar Allen Poe:
that lies floating on the floor
shall be lifted?
Nevermore…”
http://www.youtube.com/watch?v=ZH3R5ntFK3c
I love it ^o^
martes, 29 de septiembre de 2009
Kafka y la muñeca viajera, Jordi Sierra i Fabra
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Edgar Allan Poe, The Raven
| Once upon a midnight dreary, while I pondered weak and weary, Over many a quaint and curious volume of forgotten lore, While I nodded, nearly napping, suddenly there came a tapping, As of some one gently rapping, rapping at my chamber door. `'Tis some visitor,' I muttered, `tapping at my chamber door - Only this, and nothing more.' Ah, distinctly I remember it was in the bleak December, And each separate dying ember wrought its ghost upon the floor. Eagerly I wished the morrow; - vainly I had sought to borrow From my books surcease of sorrow - sorrow for the lost Lenore - For the rare and radiant maiden whom the angels named Lenore - Nameless here for evermore. And the silken sad uncertain rustling of each purple curtain Thrilled me - filled me with fantastic terrors never felt before; So that now, to still the beating of my heart, I stood repeating `'Tis some visitor entreating entrance at my chamber door - Some late visitor entreating entrance at my chamber door; - This it is, and nothing more,' Presently my soul grew stronger; hesitating then no longer, `Sir,' said I, `or Madam, truly your forgiveness I implore; But the fact is I was napping, and so gently you came rapping, And so faintly you came tapping, tapping at my chamber door, That I scarce was sure I heard you' - here I opened wide the door; - Darkness there, and nothing more. Deep into that darkness peering, long I stood there wondering, fearing, Doubting, dreaming dreams no mortal ever dared to dream before But the silence was unbroken, and the darkness gave no token, And the only word there spoken was the whispered word, `Lenore!' This I whispered, and an echo murmured back the word, `Lenore!' Merely this and nothing more. Back into the chamber turning, all my soul within me burning, Soon again I heard a tapping somewhat louder than before. `Surely,' said I, `surely that is something at my window lattice; Let me see then, what thereat is, and this mystery explore - Let my heart be still a moment and this mystery explore; - 'Tis the wind and nothing more!' Open here I flung the shutter, when, with many a flirt and flutter, In there stepped a stately raven of the saintly days of yore. Not the least obeisance made he; not a minute stopped or stayed he; But, with mien of lord or lady, perched above my chamber door - Perched upon a bust of Pallas just above my chamber door - Perched, and sat, and nothing more. Then this ebony bird beguiling my sad fancy into smiling, By the grave and stern decorum of the countenance it wore, `Though thy crest be shorn and shaven, thou,' I said, `art sure no craven. Ghastly grim and ancient raven wandering from the nightly shore - Tell me what thy lordly name is on the Night's Plutonian shore!' Quoth the raven, `Nevermore.' Much I marvelled this ungainly fowl to hear discourse so plainly, Though its answer little meaning - little relevancy bore; For we cannot help agreeing that no living human being Ever yet was blessed with seeing bird above his chamber door - Bird or beast above the sculptured bust above his chamber door, With such name as `Nevermore.' But the raven, sitting lonely on the placid bust, spoke only, That one word, as if his soul in that one word he did outpour. Nothing further then he uttered - not a feather then he fluttered - Till I scarcely more than muttered `Other friends have flown before - On the morrow he will leave me, as my hopes have flown before.' Then the bird said, `Nevermore.' Startled at the stillness broken by reply so aptly spoken, `Doubtless,' said I, `what it utters is its only stock and store, Caught from some unhappy master whom unmerciful disaster Followed fast and followed faster till his songs one burden bore - Till the dirges of his hope that melancholy burden bore Of "Never-nevermore."' But the raven still beguiling all my sad soul into smiling, Straight I wheeled a cushioned seat in front of bird and bust and door; Then, upon the velvet sinking, I betook myself to linking Fancy unto fancy, thinking what this ominous bird of yore - What this grim, ungainly, ghastly, gaunt, and ominous bird of yore Meant in croaking `Nevermore.' This I sat engaged in guessing, but no syllable expressing To the fowl whose fiery eyes now burned into my bosom's core; This and more I sat divining, with my head at ease reclining On the cushion's velvet lining that the lamp-light gloated o'er, But whose velvet violet lining with the lamp-light gloating o'er, She shall press, ah, nevermore! Then, methought, the air grew denser, perfumed from an unseen censer Swung by Seraphim whose foot-falls tinkled on the tufted floor. `Wretch,' I cried, `thy God hath lent thee - by these angels he has sent thee Respite - respite and nepenthe from thy memories of Lenore! Quaff, oh quaff this kind nepenthe, and forget this lost Lenore!' Quoth the raven, `Nevermore.' `Prophet!' said I, `thing of evil! - prophet still, if bird or devil! - Whether tempter sent, or whether tempest tossed thee here ashore, Desolate yet all undaunted, on this desert land enchanted - On this home by horror haunted - tell me truly, I implore - Is there - is there balm in Gilead? - tell me - tell me, I implore!' Quoth the raven, `Nevermore.' `Prophet!' said I, `thing of evil! - prophet still, if bird or devil! By that Heaven that bends above us - by that God we both adore - Tell this soul with sorrow laden if, within the distant Aidenn, It shall clasp a sainted maiden whom the angels named Lenore - Clasp a rare and radiant maiden, whom the angels named Lenore?' Quoth the raven, `Nevermore.' `Be that word our sign of parting, bird or fiend!' I shrieked upstarting - `Get thee back into the tempest and the Night's Plutonian shore! Leave no black plume as a token of that lie thy soul hath spoken! Leave my loneliness unbroken! - quit the bust above my door! Take thy beak from out my heart, and take thy form from off my door!' Quoth the raven, `Nevermore.' And the raven, never flitting, still is sitting, still is sitting On the pallid bust of Pallas just above my chamber door; And his eyes have all the seeming of a demon's that is dreaming, And the lamp-light o'er him streaming throws his shadow on the floor; And my soul from out that shadow that lies floating on the floor Shall be lifted - nevermore!
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lunes, 31 de agosto de 2009
Victoria Francés, Favole
¿Es un ángel o un demonio?
Lo único que sabe de su dulce aparición es que su voz es música,
sus ojos irradian ternura y algo en él le dice que está tan solo como ella.
martes, 25 de agosto de 2009
Sangre
" A veces pienso en lo divertido que sería que el autobús en que estoy atropellase a una de esas personas que se saltan los semáforos, simplemente por saber qué ocurriría a continuación. Cuando pasa por mi mente un pensamiento de ese estilo una sonrisa diabólica aparece en mi rostro. Me apetece ver la sangre de la pobre víctima de mi faantasía.
Muchas veces pienso en tirarme a las vías del tren, a veces para desaparecer, otras para conocer las reacciones de los demás. Si algún día llegase a tirarme lo haría de espaldas, para poder ver las caras de terror de la gente al ver mi sonrisa maligna, para luego desaparecer entre los restos mortales de mi cuerpo.
De vez en cuando deseo coger una cuchilla y cortarme y oir cada gota del líquido de vida caer al suelo; y sentirme cada vez más débil. O meterme en la baañera y observar cómo el agua se tiñe lentamente..."
Empiezo a pensar que no me sienta bien escuchar la misma canción de Marilyn Manson durante todo un día.
lunes, 24 de agosto de 2009
Paulo Coelho, la Bruja de Portobello
Nadie ofrece len sacrificio lo más importante que posee: el amor.
Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos.
Excepto Athena.
Mucho tiempo después de su muerte, su antigua maestra me pidió que la acompañase hasta la ciudaad de Prestonpans, en Escocia. Allí, aprovechando una ley feudal que fue abolida al mes siguiente, la ciudad concedió el perdón oficial a ochenta y una personas -y a sus gatos- ejecutadas por practicar la brujería entre los siglos XVI y XVII.
Según la portavoz oficial de los barones de Prestoungrange y Dolphinstoun, "la mayoría habían sido condenados sin ninguna prueba concreta, basándose solamente en los testigos de la acusación, que declaraban sentir la presencia de espíritus malignos".
No merece la pena recordar de nuevo todos los excesos de la Inquisición, con sus potros de tortura y sus hogueras en llamas de odio y venganza. Pero en el camino, Edda repitió varias veces que había algo en ese gesto que no podía aceptar: la ciudad y el decimocuarto barón de Prestoungrange y Dolphinstoun les estaban "concediendo el perdón" a personas ejecutadas brutalmente.
miércoles, 22 de julio de 2009
Bernhard Schlink, Der Vorleser
viernes, 26 de junio de 2009
Alice Sebold, Casi La Luna
A fin de cuentas, matar a mi madre resultó sencillo. La demencia, cuando se precipita, logra de algún modo revelar el alma de la persona afectada por ella. El alma de mi madre estaba corrompida como el agua salobre que llevara semanas en el fondo de un jarrón con flores. Era hermona cuando mi padre la conoció y aún consevaba la capacidad de amar cuando se conviertió en mi madre a una edad avanzada, pero en el momento en que aquel día levantó la vista para mirarme, nada de eso tuvo la menor importancia.
Si no hubiera descolgado el auricular, la señora Castle, la desafortunada vecina de mi madre, habría seguido llamando a los números de emergencia de la lista que colgaba del frigorífico color almendra de mi madre.
jueves, 11 de junio de 2009
Patrick Süsskind, Das Parfum
Im achtzehnten Jahrhundert lebte in Frankreich ein Mann, der zu den genialsten und abscheulichsten Gestalten dieser an genialen und abscheulichsten Gestalten nicht armen Epoche gehörte. Seine Geschichte soll hier erzählt werden. Er hiess Jean-Baptiste Grenouille, und wenn sein Name in Gegensatz su den Namen anderer genialer Scheusale, wie etwa de Sades, Saint-Justs, Fouchés, Bonapartes, usw., heute in Vergessenheit geraten ist, so sicher nicht deshalb, weil Grenouille diesen berühmteren Finstermännern an Selbstüberhebung, Menschenverachtung, Immoralität, kurz an Gottlosigkeit nachgestanden hätte, sondern weil sich sein Genie und sein einziger Ehrgeiz auf ein Gebiet beschränkte, welches in der Geschichte keine Spuren hinterlässt:auf das flüchtige Reich der Gerüche.
lunes, 1 de junio de 2009
Anne Rice, La Hora de las Brujas
Cuanto más pensaba en ello, más se convencía de que debía ir, pese a que odiara aquella casa, a Carl y todo lo que sabía de aquella gente. Sí, debía ir.
Por supuesto, no siempre había sentido lo mismo. Cuarenta y dos años atrás, cuando acababa de llegar a esta parroquia ribereña procendente de Saint Louis, las Mayfair le habían caído bien, incluso la malhumorada y voluminosa Nancy, la dulce señorita Belle y la bella señorita Millie. Le habían encantado aquellos enormes y empañados espejos y los retratos de los antepasados antillanos detrás de los cristales sucios.
Y también le gustó la pequeña Deirdre, aquella chiquilla tan bonita de seis años que apenas llegó a conocer y que sufrió una situación tan trágica sólo doce años más tarde. ¿No decían los libro de texto que los electroshocks podían borrar completamente la memoria de una mujer adulta y convertirla en un silencioso armazón? Ella permanecía encerrada en sí misma, con la mirada fija en la lluvia que caía, mientras una enfermera le daba de comer con una cuchara de plata.
¿Por qué lo habían hecho? No se había atrevido a preguntarlo, pero le habían explicado variaas veces que era para curarla de los <
Deirdre. Llorar por Deirdre. Él había llorado mucho por ella, y nadie excepto Dios sabía cuánto y por qué, pero el padre Mattingly nunca lo olvidaría. Toda su vida recordaría la historia que la muchachita le había le había contado en el confesionario, una muchachita que había desperdiciado su vida en aquella casa enmarañadamente misteriosa mientras el mundo exterior galopaba hacia su propia condena.
No podíua evitar pensar en todas las historias que había oído sobre las mujeres Mayfair. ¿Qué era el vudú sino un culto del demonio? ¿Y qué pecado era peor: el asesinato o el suicidio? Sí, allí medraba el mal. Oía a la muchachita Deirdre hablándole al oído y percibía el mal mientras se apoyaba en la verja de hierro, mientras miraba la croteza áspera y oscura de las ramas de roble que se agitaban en lo alto.
Se secó la frente con el pañuelo. ¡La pequeña Deirdre le había dicho que había visto al demonio! ahora oís su voz con tanta claridad como la había oído en el confesionaario décadas atrás. Y también oía sus pasos cuando huía corriendo de la iglesia, de él, de su incapacidad para ayudarla.
domingo, 3 de mayo de 2009
Sam Savage, Firmin
In the end, seeing myself for the first time was not at all like seeing just any old rat. The experience was more personal, and more painful too. While it was easy enough to gaze at the unlovely shapes os Shunt or Peewee, it was horrible to have to look upon my own similar aspect. I realized, of course, that the intensity of this pain was in exact proportionto the enormity of my vanity, but that thought only made things worse. Not just ugly, but vain as well- which only added ridiculous to the pile. There I stood, tilted slightly, in irrefutable detail- short, thick-waisted, hairy, and chinless. Firmin: fur-man. Ridiculous. The chin, or the lack thereof, caused me special pain. It seemed to point- though in fact this nonentity was incapale of anything as bold as pointing- to a gross lack of moral fiber. And I thought the dark buling eyes gave me a revoltingly froglike air. It was, in short, a shifty, dishonest face, untrustworthy, the face of a really low character. Firmin the vermin. But the details- no chin, pointy nose, yellow teeth, etc.- were not important in themselves when compared to the overall impression of ugliness.
From them on I went to great lengths to avoid my own reflection. S I developed little mental trick: whenever this happened, instead of saying `that's me' and bursting into tears, I would say `that's him' and run away.
domingo, 19 de abril de 2009
Ann Benson, El Médico Del Tiempo
Dese la silla de sus caballos, Janie Crowe y Tom Macalester- parido y mujer- miraban el puente que unia los casmpamentos.
-No lo sé- dijo Tom-. No me gustas el aspecto de lo que hay allá abajo.
_amí tampoco- respondió Janie.
se suponía que los trolls gobernban las tierras que se extendían bajo los puentes del mundo. Pero debajo del que conectasba Northmpton con Hadley había colonias de vagabundos que huían del DR SAM y que no poodían-o querían- unirsea alguno de los grupos supervivientes formados en el valle.
Terry Pratchett & Neil Gaiman, Buenos Presagios
Hacía un día estupendo.
Como todos los anteriores. Habían pasado bastantes más de siete hasta entonces y la lluvia no se había inventado aún. Pero las nubes que acechaban al este del Eedén insinuaban que la primera tormeta estaba de camino, y que menuda iba a ser.
El ángel de la puert del Este se cubrió la cabeza con las alas para protegerse de las primeras gotas.
-Perdón- se dispulpó amablemente-.¿Qué decías?
-Decía que uno cayó con todo el equipo-contestó la serpiente.
-Ah, sí. dijo el ángel, que se llamaba Azirafel.
-A mí me parece un poco exagerado, la verdad- opinóla serpierte-.O sea, con eso de la primera infracción y demás. Es que no veo qué tiene de malo saber qué diferencia hay entre el bien y el mal.
-Algo malo ha de tener-razonó Azirafel, con ese tono ligeramente preocupado de quien tampoco lo ve y sigue casvilando-, porque, de lo contrario, tú no habrías tomado parte. -A mí sólo me dijeron "Sube allá arriba u líala gorda"- protestó la serpiente, que se llamaba Crawly, aunque estba pensando camiarse el nombre. Y es que Crawly, ese nombre de reptil adulador, no iba con él; lo tenía decidido.
-sí, pero eres un demonio. No creo que te sea posible hacer el bien-dijo Azirafel-. Por naturaleza, vamos. Insisto. No es nada personal, de veras.
-Pero no negarás que algo de teatro sí que tiene-replicó Crawly-. O sea, señalar el Árbol y decir "No lo toques" en mayúsculas, Muy sutil no es, ¿verdad?. O sea, ¿por qu´ñe no lo pone en la cima de una montaña o un poco alejado? Para mí que Éste se trae algo entre manos.
-Más nos valdría no especular-dijo Azirafel-. Como siempre digo, no se puede anticipar lo inefable. Lo que está bien es Bueno y lo que está mal es Malo, y punto. Si uno hace algo Malo cuando se le ha mandado haer algo ueno, se merece un castigo. Ehm.,..
Se quedaron sentados en un incómodo silencio, y observaron las gotas, al caer, herían las flores tempranas.
Por fin Crawly tomó la palabra.
-¿No tenías una espada flameante?
-Ehm...-Una expresión de culpabilidad pasó por el rostro del ángel, y volvió para quedarse.
-Si que tenías una, ¿verdad?-insistió Crawly-. Aredía que daba gusto.
-Ehm, bueno...
-Era impresionante, ¿eh?
-Bueno, sí, pero...
-No me digas que la has perdido.
-No, de ningún modo. Perderla, no la he perdido;más bien...
-¿Qué?
Azirafel parecía desconsolado.
-Si tanto te importa...-dijo con un asomo de irritación-, la he regalado.
lunes, 23 de febrero de 2009
Anne Rice, Armand, El Vampiro
"-El mundo convencional es estúpido-repliqué, dirigiéndome hacia el ático. Vi un pequeño dormitorio con los muros de yeso desconchados y pintados con grandes y vistosasrosas victorianas y unas hojas borrosas de color verde pálido. Entré en la habitación. La luz penetraba a través de una elevada ventana a la que una niña no habría podido asomarse. <
-¡Quién dijo que aquí murió una niña?-pregunté.
La habitación estaba limpia y ordenada, pese al deterioro causado por el paso del tiempo.No noté presencia alguna. Todo estaba perfecto; no había ningún fantasma para darme áanimos. ¿Por qué iba a despertarse un fantasma de su plácido sueño para reconfortarme?
Me quedaba el recurso de recrearme en el recuerdo de la niña, su tierna leyenda. ¿Cómo es posible que mueran asesinados niños en orfanatos atendidos sólo por monjas? Nunca supuse que laas mujeres pudieran ser tan crueles. Quizá secas, carentes de imaginación, pero no tan agresivas como nosotros, capaces de matar.
Deambulé por la habitación. En una pared había unos taquilleros de madera, uno de los cuales estaba abierto y contenía unos zapatitos marrones, estilo Oxford, con cordones negros. De pronto, al volverme, vi el hueco roto y astillado del que habían arrancado sus ropas. Las prendas de la niña yacían allí, arrugadas y cubiertas de moho.
Se apoderó de mí una inmovilidad como si el polvp de la habitación se compusiera de unos fragmentos de hielo caídos de las elevadas cimas de unas montañas altaneras y monstruosamente egoístas con el fin de congelar a todo ser vivo, para aniquilar a todo cuanto respirara, sintiera, soñara o viviera.
-<
martes, 27 de enero de 2009
Anne Rice, El Ladrón De Cuerpos
¿Y quién puede ser la afortunada dama que en este instante camina ciega e inexorablemente hacia ese horror entre la multitud dispersa y deprimente de primera hora de laa noche en este barrio también deprimente de la ciudad? ¿No lleva un paquete de leche y una lechuga en una bolsa de papel marrón? ¿Apresurará su paso a la vista de los criminales de la esquina? ¿Tal vez se lamenta por la vieja casa en primera línea de playa en la que tal vez vivía tan contenta antes de que los arquitectos y decoradores la obligaran a trasladarse a las desconchadas casas de huéspedes, distantes del mar?
¿ Y qué pensará él, ese repugnante ángel de la muerte, cuando finalmente la divise? ¿Será ella quien le recuerde la mítica arpía de la infancia, la que le quitó el juicio a golpes para ser elevada luego al panteón dantesco de su subconsciente? ¿O tal vez estamos pidiendo demasiado?
Me refiero a que hay asesinos de esta clase que no establecen la menor relación esntre símbolo y realidad y que no conservan los recueerdos más allá de unos cuantos días. Lo único cierto es que sus víctimas no se lo merecen y que ellos, los asesinos, tienen merecido encontrarse conmigo.
¡Ah, bien!, yo haré tripas su corazón amenazador antes de que tenga ocasión de cobrarse su presa, y él me dará todo lo que tiene y es.
martes, 20 de enero de 2009
George Orwell, nineteen eighty-four
Again O´Brien nodded. With a sort of grave courtesy he completed the stanza:
"Oranges and lemons, say the bells of st. Clement´s,
You owe me three farthings, ssy the bells of St. Marin´s,
when will you pay me? say the bells of Old Baley,
when I grow rich, say the bells of shoreditch."
miércoles, 14 de enero de 2009
George Orwell, nineteen eighty-four
It was a bright cold day in April, and the clcks were striking thirteen. Winston Smith, his chin nuzzled into his breast in an effort to escaoe the vile wind, slipped quickly through the glass doors of Victory Mansions, though not quickly enough to prevent a swirl of gritty dust from entering along with him.
The hallway smelt of boiled cabbage and old rag mats. At one end of it a colored poster, too large for indoor display, had been tacked to the wall. It decipted simply an enormous face, more than a meter wide: the face of a man of about forty-five, with a heavy black mustache and ruggedly handsome features. Winston made for the stairs. It was no use trying the lift. Even at the best of times it was seldom working, and at present the electric current was cut off during daylyght hours. It was part of the economy drive in preparation for Hate Week. The flat was seven flights up, and Winston, who was thirty-nine, and had a varicose ulcer above his right ankle, went slowly, resting several times on the way. On each landing, opposite the lift shaft, the poster with the enormous face gazed from the wall. It was one of those pictures which are so contrived that the eyes follow you about when you move.BIG BROTHER IS WATCHING YOU, the caption beneath it ran.