jueves, 9 de junio de 2011

David Safier, Mieses Karma (Maldito Karma)

¿A quién no le suena este libro? Aprovechando que un vecino se iba de vacaciones a Alemania mi madre le pidió que le comprase este libro. El lunes me terminé un libro (tengo que actualizar la lista) y como tenía que irme corriendo a clase -ultimamente se me pasa el tiempo volando y hago todo con prisas- cogí este libro para leer en el metro. Realemente lo cogí porque fue el primer libro en alemán que encontré. Pensé que seríaa aburrido, que el autor intentaría ser más.... ¿profundo?... ¿que intentaríaa hacerse el interesante? y todas las cosas que se me pueden ocurrir de los libros más vendidos. Pues no, resulta que me he reido desde casi la primera página. No sé si será el humor alemán o si realmente es divertido, pero no me está disgustaando nada leeerlo. Obviamente no es el mejor libro, pero de vez en cuando viene muy bien leer un libro así.


" "Natürlich kann ich dich hören."Du bist ja laut genug", antwortete eine gültige Stimme.
Ich erschrak. Und ich freute
mich. Man hatte mich gehört. Man hatte mich gehört. Halleluja! Ich war kurz davor, mit meinen sechs Beinen einen Freudentanz aufzuführen.
"Könnt ihr mich aus dem Koma holen?", fragte ich hoffnungsvoll.
"Du liegst nicht im Koma" antwortete diegültige Stimme.
Ich war geschockt. Wenn ich nicht im Koma lag, wo war ich dann? Und wer sprach mit mir?
"Dreh dich um".
Langsam drehte ich mich um-meine erste 180-Grad-
Drehung auf sechs Beinen, deren Koordination deutlich schwieriger war, als einen LKW rückwärts einzuparken mit führerscheingefährdendem Alkoholpegel.
Als ich meine Hinterbeine wieder entknotet hatte, erkannte ich ein bisschen mehr, wo ich mich befand: Ich war nahe der Oberfläche, in einem Erdtunnel. Und in diesem Tunnel stand eine Ameise. Eine ausserordentlich dicke Ameise. Sie läc
helte mich sanft an. Wie der Weihnachtsmann. Wenn er Haschkekse gefuttert hat. "Wie gehts?"


"Claro que puedo oirte. Estás hablando suficientemente alto" contestó una voz. Me asusté. Y me alegré. Me habían oido. ¡Los médicos habían contactado conmigo! ¡Aleluya! Estuve a punto de comenzar a bailar sobre mis seis piernas un baile de la alegría. "¿Me podéis sacar del coma?", pregunté llena de esperanza. "No estás en coma.", contestó la voz. Me escandalicé. Si no estab en coma, ¿dónde estaba? ¿Y quién hablaba conmigo? Poco a poco me di la vuelta- mi primera vuelta de 180 grados con seis piernas, cuya coordinación era mucho más difícil que aparcar un camión marcha atrás con riesgo de perder el carnet de conducir por superar la pasa de alcoholemia. Cuando conseguí deshacer el nudo de mis piernas traseras observé mejor dónde me encontraba: Estaba cerca de la superficie, en un tunel de tierra. Y en ese tunel había una hormiga. Una hormiga increiblemente gorda. Me sonreía amablemente. Como Papá Noel. Después de haberse tomado unas galletas de haschís. "¿Cómo va eso?"

1 comentario:

Rafa dijo...

Uooooh, libo nuevo, libro nuevo. me encanta el estilo, este cae sí o sí. Gracias por el consejo, marta, a ver si me quita el mal sabor de boca que me dejó "Esquivando a la Parca", que menuda puta mierda de libro...
Un beso, Marta, y pasa un buen finde!

PD Eres acojonante, que lo sepas: No deja de impresionarme lo mucho que sabes y la gran cantidad de talentos que tienes ^^