jueves, 14 de julio de 2011

Patrick rothfuss, El Nombre del Viento


"Si huebiera comido algo podría decir que era pasada la hora de comer. Estaba mendigando en la Rambla del Comercio; hasta ese momento había consseguido dos patadas (de un guardia y de un mercenario), tres empujones ( de dos carromateros y de un marinero), una original maldición relativa a una inverosímil configuración anatómica (también del marinero) y una rociada de babas de un repugnante anciano de ocupación indeterminada.
Y un ardite de hierro. aunque eso lo atribuí más a las leyes de la probabilidad que a la bondad humana. Hasta un cerdo ciego encuentra una botella de vez en cuando.
Llevaba casi un mes viviendo en Tarbean, y el día anterior había probado por primera vez qué tal se me daba robar. Fue una experiencia muy desalentadora. Me habían pillado con la mano en el bolsilllo de un carnicero, y me había llevado un porrazo tan tremendo cen la cabeza que todavía me mareaba cuando intentaba ponerme en pie o girar la cabeza demasiado deprisa. Desanimado por mi primera incursión en el robo, había decidido que ese día me dedicaría a pedir limosna. Y de momento, el día estaba resultando mediocre."

http://www.youtube.com/watch?v=CNr3A4kGPzs&feature=player_embedded#at=60

1 comentario:

Rafa dijo...

¿Cómo lo haces? cada vez que hablas de libros en tu blog consigues que me entren unas ganas terribles de leerlo. Otro más a la lista para cuando termine con Lukianenko y Scalzi, me resulta terriblemente atractivo (últimamente me ha dado por la primera persona en los libros, jejeje).
Un fuerte abrazo y gracias por el consejo, amos a por ello.